UNA LÁPIDA EN LA TORRE DEL ÁNGEL

Antonio Rodríguez Saiz

Hace varias décadas, Elena Lázaro dio a conocer un documento del Archivo Municipal de Cuenca que era responsable. Tenía fecha del año 1.493 y donde se leía: “Primeramente ordenamos que se haga un Relox en esta ciudad de Cuenca el cual se ponga en la dicha ciudad y donde se oiga en todas partes por cuanto el que ahora hay en la Iglesia Mayor no se oye en toda la ciudad. Donde fuere acordado por la Justicia e Regimiento … “.

Después de haber estado el reloj de la ciudad en la catedral y antes que definitivamente se colocase en Mangana se construyó una torre de propiedad municipal que albergó la campana que sirvió para señalar las horas a los habitantes y como medida de seguridad y advertencia. Igualmente se colocó un reloj público para cumplir mejor con la finalidad que se expresaba en el texto del documento mencionado.

Dicha torre era conocida por varios nombres, Torre de la Queda, Torre de la Ciudad y Torre del Ángel, según un opúsculo de 16 hojas titulado, La Torre de la Queda que pese a ser una obra literaria de reducida extensión es interesante por los datos que proporciona y que ya en alguna ocasión me he referido. Fue publicado por su autor, Rogelio Sanchiz Catalán del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Personaje que participó muy activamente con acierto en la vida cultural de Cuenca y con buenos trabajos   relacionados con la ciudad.

Según relata, Sanchiz Catalán se debió conocer por Torre del Ángel porque en una de sus paredes estaba dibujado un ángel o  por la tutela que indicaba ,el  pequeño edificio , de tranquilidad y sosiego de los conquenses

Al dejar de ser útil y provechosa el reloj y campana de la torre, siendo conocedor de ello el Padre Guardián del Convento de San Francisco  de Padres Observantes situado extramuros(  en la actualidad  edificada la iglesia de San Esteban) envió un memorial en nombre de la Comunidad al Corregidor y  Justicia Mayor, Juan Francisco de Lujan y Arze que dio cuenta de su petición al Concejo en sesión plenaria el 26  de junio del año 1728:   “Notiziosa dicha Comunidad de la campana que VYlma tiene en el Relox que llaman del Angel del que no sesirbe, y esta dicha Campana quebrada suplica a V.Y. tenga a bien franquearla a dicha Comunidad en aquel modo, y por medio que V.Y. gustase y sea  de sumaior agrado este fauor que rendidamente pide esta Comunidad a V.Y.espera dela grandeza y favorable piedad….”

Con el deseo de informarse bien el Corregidor de la solicitud se encargó a los regidores, Francisco Zerdan y Juan de Abellaneda para que conferenciasen y reuniesen con los frailes franciscanos para tratar el asunto. Una semana después de hecho el encargo consideraron que se debía ceder el reloj y campana de la Torre del Angel porque consideraban que ya no eran de ningún beneficio o utilidad para la ciudad con el añadido de no poder el Concejo abonar cantidad alguna para su conservación y mantenimiento. Opinión que fue compartida, acordando por votación ceder el reloj y campana al Convento

Campana y reloj que según cuenta el archivero-bibliotecario estuvieron en  la iglesia del  Convento de San Francisco que después se convertiría en iglesia de San Esteban por derribo de ésta en 1838, situada en el barrio de Santa Lucia.

La campana sufrió desperfectos en 1762 y acabó fundida y el reloj duró bastantes años más marcando las horas y medias.

El destino final de la Torre del Angel fue su desaparición a consecuencia de las obras realizadas a principios del siglo XX del ensanche de la parte alta de la capital principalmente de las calles Andrés de Cabrera   y Alfonso VIII que finalizaron el año 1916 con la construcción del muro de contención que existe en la calle de Zapaterías ( o Mosén Diego de Valera).Estaba situada la Torre del Angel donde se inicia la subida a la Plaza del Carmen desde la calle AlfonsoVIII, frente a la Casa-Palacio de los Clemente de Aróstegui (número 87).Esa subida(  escalinata) está dedicada  a la Junta de Cofradias de la Semana Santa  de Cuenca por acuerdo del  Ayuntamiento (27-1-2022).

Ante su desaparición la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Cuenca, reunida en pleno el 4 de marzo de 1912 remitió un escrito al Ayuntamiento informando que “ por unanimidad acordó  interesar de la Exma. Corporación municipal de esta ciudad de Cuenca que en el muro de piedra nativa sobre que estuvo emplazada la construcción de la Torre del Angel en la que existió la campana para los toques de queda y conjuntamente con esta un reloj publico que en siglos anteriores regulo la vida del pueblo conquense, sea colocada una sencilla inscripción gravada (sic) en piedra del país conmemorativa de estos hechos”.

Estaba firmada la petición por el Gobernador Civil-Presidente de la Comisión, Purificación de Cora Mas Villafuerte nombrado máxima autoridad de la provincia un año antes, procedente de Ciudad Real donde había ejercido igual cargo, pero gallego de nacimiento. Era también  firmante, Rogelio Sanchiz como secretario que ejercía desde su nombramiento en 1902.

Reunida la Corporación municipal en sesión ordinaria (10-3-1912)   con la presidencia del Alcalde, Ladislao Langreo Contreras y la asistencia de trece concejales se aprobó por unanimidad acceder a los solicitado aunque no   tengo ningún dato para asegurar que la lápida se llegase  a colocar

En cuanto a este pleno, según el acta, hubo una noticia sorprendente donde se informó de una petición del Ministerio de la Guerra para instalar en Cuenca el Archivo General Militar.El resultado de ello es fácil adivinar.

Mientras la Comisión Provincial seguía con su misión de recopilar datos sobre monumentos, edificios, libros pinturas, esculturas, documentos y todo aquello digno de ser conservado.

 

Junio 2022