PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES EN HONOR A SAN JUAN BAUTISTA EN FUENTESCLARAS DE CHILLARÓN (CUENCA)

Antonio Rodríguez Saiz

Sr.  Alcalde de Fuentenava de Jábaga

Sr. Alcalde Pedáneo de Fuentesclaras de Chillarón.

Señoras y señores.

Amigas y amigos.

                                                                                                                                        

Gracias, en primer lugar, por el nombramiento que he recibido como pregonero de las Fiestas Patronales en honor a   San Juan Bautista del año 2023 en Fuentesclaras de Chillarón, donde tengo muy profundas raíces familiares y afectos adquiridos que permanecen sin que el tiempo ni nada pueda hacer desparecer o desvanecer.

Estoy en La Plaza muy cercano a los edificios del antiguo Ayuntamiento o Casa Consistorial que fue hasta hace medio siglo la casa de todos los vecinos donde se gestionaban los asuntos del pueblo y celebraban plenos municipales y de la iglesia parroquial donde se venera la imagen del patrón San Juan Bautista y anteriormente se conservaba un vaso religioso ( copón) de plata grabada con lazos y guirnaldas realizado en el último tercio del siglo XVI , que aunque falta la cruz de remate es de valioso mérito. En la actualidad está depositado y visible en el Museo Diocesano de Cuenca para su contemplación por numerosos visitantes.

Fue el año 1.949, un día como hoy, hace por ello 74 años, cuando por primera vez vine a Fuentesclaras, tierra de mis antepasados, en un viaje con mi abuela materna, Dominga Peñalver Carralero. Un viaje menos cómodo que ahora dividido en dos recorridos. El primero fue en tren desde la capital conquense hasta la estación de ferrocarril de la vecina localidad de Chillarón donde nos esperaban con una caballería para hacer la segunda parte del trayecto por una estrecha senda paralela a la vía del tren y metido en uno de los cuatro departamentos de las aguaderas de esparto que llevaba el animal, que por un rato había cambiado su función de transportar vasijas, de barro o vidrio, principalmente.

Un recorrido con un paisaje polícromo y más atractivo que éste lamentable año agrícola, haciendo, así, más agradable el viaje, hasta llegar frente al Calvario para entrar en el espacio urbano de Fuentesclaras. Allí dejamos, dicho en sentido figurado, la compañía de la vía por donde ha transcurrido el tren durante 140 años sin que nunca parase aquí. Bien se podría decir durante este tiempo aquello de lo verás, pero no te montarás. Ahora ya no es, perceptible por los sentidos a su paso por el término a causa de la reciente supresión.

Me causó agradable sorpresa, pese a mi corta edad de 6 años, la acogida y recibimiento que en Fuentesclaras se hizo a mi abuela materna, repetido en otros viajes.

Desde la lejanía en el tiempo aquellas imágenes permanecen de forma indeleble y aquellos días con el pueblo en fiestas procurando lo mejor en aquella época difícil.

Durante algún tiempo quise conocer el origen y el porqué del nombre tan llamativo y sugerente de Fuentesclaras cuando la explicación es muy clara y sencilla.

Según los historiadores  aquí se establecieron gentes procedentes del importante Señorío de Molina en la época medieval  de la repoblación cristiana para refuerzo y defensa del territorio conquistado a los musulmanes que llamaron Fuentesclaras por la abundancia de agua en su término, según tuve ocasión de verificar y comprobar en el archivo  de la Diputación Provincial donde se encuentra un libro de Amillaramiento, que refleja por orden alfabético las lista de propietarios y fincas , de   un año concreto.

Leí entre otros parajes del pueblo: Fuente Alba, Fuente de San Miguel, Fuente de la Cavada, Fuente de la Cejilla, Fuente del Mozo, Fuente de la Retama y así contabilicé más de cuarenta parajes con el indicativo de fuente.  En épocas lejanas algunas de estas tierras pertenecían al Cabildo de la Catedral, propietario de tierras igualmente en pueblos próximos a la capital. Así, como también, en el Censo del Marqués de la Ensenada (1752) figuraba como mayor hacendado, Francisco Castillo y Jaraba, regidor de Cuenca donde nació y Gentilhombre de Su Majestad

El actual nombre de Fuentesclaras con el añadido  “ de Chillarón “es así desde el año 1.916 cuando por motivo de la repetición de nombres de localidades españolas se decidió y decretó ,siendo presidente del Consejo de Ministros , el conde de Romanones agregar al nombre de siempre  el complemento  “de Chillarón” y así evitar la confusión con otro pueblo de  Fuentes  Claras ( éste con nombre y adjetivo separado )perteneciente a la provincia de Teruel, por cierto, es el pueblo donde el frío invernal es muy intenso y el termómetro llega a marcar las temperaturas más bajas y extremas de España ( - 30 º, el año 1963 ),cifra no superada en otro lugar del territorio español.

Después de aquel primer viaje a Fuentesclaras, que me refería anteriormente, han sido múltiples las veces que he venido siempre por el camino más noble y directo que conozco, que es el del afecto y cariño, para disfrutar de la amistad y recuerdos porque así me lo enseñaron mis mayores de tres generaciones y creo haberlo aprendido bien.

En primer lugar, siendo niño, por mi bisabuela, Gregoria Carralero Zafra, nacida en Fuentesclaras en la mitad del siglo XIX, cuando por aquel tiempo el pueblo tenía 40 casas y 36 habitantes, iglesia parroquial, cementerio, edificio de pósito (para guardar el grano) y un horno de pan cocer, con un beneficio de 400 reales que sumados a los 1.600 de aportación vecinal se confeccionaba el presupuesto municipal por la cantidad de 2.000 reales. No había caminos y sólo sendas y veredas para llegar y comunicarse con pueblos vecinos. Así lo describía Pascual Madoz en su conocido Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España…

Algunos cariñosamente le llamaban “La abuela Monja” por dos razones: su profunda fe religiosa y por haber sido demandadera en el convento de “las Angélicas” ubicado en la histórica calle de San Pedro de Cuenca (actualmente Escuela de Artes “Cruz Novillo).

Recordaba ella, siempre cosas y gentes de su querido pueblo. Me hacía gracia cuando refería que los mozos les hacían a las jóvenes para las fiestas de San Juan un polisón de mimbres alineados por la cintura para que abultasen las amplias faldas por detrás.

Un mes antes de su muerte, certificada por consunción, cumplidos ya los cien años le hicieron una entrevista en el periódico bisemanal, Ofensiva, único impreso en la provincia de Cuenca donde el periodista escribía, “se viste sin ayuda de nadie, baja y sube las escaleras, no ha estado nunca enferma”

Pero lo que verdaderamente me ha llamado siempre la atención fue esta repuesta de mi bisabuela relacionada con Fuentesclaras, “Recuerdo a los carlistas iba yo a acarrear y en cuanto veíamos soldados de los que fueran nos metíamos con los animales y las mieses en el monte para evitar el tener que dar y sostener una guerra que era entre españoles “. Una contestación y reflexión que sinceramente me agrada porque es una expresión de amor fraterno digno de haberse tenido presente, por otros, en algunos momentos de nuestra historia.

Llegar a Fuentesclaras con mi abuela, Dominga Peñalver Carralero era siempre acumular un conjunto considerable de impresiones y emociones afectuosas, expresión de cariño. No es una exageración- creedme- sino verdaderamente cierto. En las casas le ofrecían aquello que tenían como ella hacía en Cuenca cuando iban sus paisanos y paisanas a la capital para cualquier gestión administrativa, médica   o de paso para cumplir el servicio militar. Era un hogar de parada y hospedaje gratuito.

Con qué agrado y gusto tengo grabado en mi retina cuando ya mayor la veía sentada en el patio de la casa de Rufo de Julián Peñuelas y Eustaquia de Julián Carralero, familia entrañable y muy querida para nosotros, continuada igualmente por sus hijos Eusebio, Julia y sus nietos Sandra y Ángel, con idéntica correspondencia

Os diré, disculpadme si me extiendo en recuerdos personales, no lo puedo evitar que cuando falleció mi abuela Dominga fueron tantos los vecinos de Fuentesclaras que querían darle el último adiós y acompañarnos que hubo que poner un autobús para que desde aquí fueran al entierro en Cuenca. Este hecho no lo olvido, ni se borrará nunca de mi memoria. Es una muestra más del afecto que hemos sentido y recibido, creo también sinceramente haber respondido fielmente.

Siempre ha sido para mí un placer venir a Fuentesclaras y recordar, bueno una vez no, si se hubiera cumplido el aviso o advertencia que me hacía mi padre cuando estudiaba el bachillerato: “Estudia, Antonio que si no te mando de pastor a Fuentesclaras con las ovejas del tío Hipólito”.

Aquello no ocurrió afortunadamente, pero pienso ahora que si hubiese sucedido me habría encontrado estupendamente atendido y cuidado por, Hipólito de Julián y su esposa Saturnina, porque éramos dos familias unidas por varias generaciones de franca y sincera amistad.

Hubo un momento en la década de los setenta del pasado siglo que mi madre. Hilaria Saiz Peñalver pudo cumplir el deseo de tener casa en Fuentesclaras para frecuentar el pueblo en más ocasiones y así fue al comprarle a Cecilia Alcalde su casa, junto a buenos vecinos Mateo y Juana   con el inconveniente de tener que traer el agua potable en garrafas desde la capital.

A propósito del agua y con anterioridad hubo un acuerdo del pleno municipal del Ayuntamiento cuando era alcalde, Francisco de la Vega celebrado el 18 de mayo de 1.912 para adquirir terrenos propiedad de Basilisa de Julián para dedicar a fuente, lavadero y desagües y así dar servicio al vecindario autorizando al regidor síndico, Sebastián Carralero para ajustar el precio y que diese cuenta de la gestión realizada.

Recuerdo perfectamente cuando ¡por fin!, apareció un horizonte de esperanza para que en las casas de Fuentesclaras se pudiesen abrir los grifos y ver salir el preciado y necesario líquido después de tantos años esperando, sin éxito.

Cuando se hizo el pozo en la Peña del Tasón, algo sé de ello, por la Diputación se tomó después una muestra microbiológica del agua el día 15 de enero de 1982 solicitada por la Corporación Provincial que fue analizada en el laboratorio de la Delegación Territorial del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social donde se especificaba que cumplía fielmente “lo estipulado en el Código Alimentario Español en cuanto a olor y sabor se refiere, siendo su Ph muy próximo a la neutralidad”. “Estos datos-decía- junto con la inexistencia de componentes extraños y prohibidos nos indican la presencia de un agua potable de buena calidad “

Aún quedaría un tiempo por recorrer, más del deseado, pero el primer paso y fundamental se había conseguido.

Era entonces más intenso conversar y charlar con las gentes amigas de Fuentesclaras, desde que llegaba al pueblo y saludar a la entrada a Joaquín López y Piedad, donde en el buen tiempo siempre veía a Serapio de Julián que le gustaba sentarse junto al que fue corral de la tía Cecilia, lugar de encuentro y tertulia por los vecinos en el pasado, principalmente, cuando subían de la Ribera. Y tenía trato cordial con Rufino y Petronila, que siempre la veía con buen genio y alegre, igual con Pedro y Adora, me sorprendía su gran capacidad de trabajo en variados menesteres y a veces estaba con Rafael Pozuelo y Severina. También recuerdo mis encuentros, principalmente, en Cuenca con Julián Alcalde.

Disfrutaba en la casa  situada en la  calle Ribera, unos metros más arriba de donde nació mi abuela, viendo especialmente la felicidad de mis padres en el pequeño patio con parra, higuera y rosales cuidados; paseando por el  Camino de Navalón, ir a la entrada del túnel de Sotoca o llegar a Los  Llanos donde estaba la fuente de agua potable y más aún bajar al Pilote y los huertos de La Ribera, acercarme a alguna cueva para saborear en compañía el vino elaborado con las uvas procedentes, principalmente, del paraje de Los Gaviluchos. Se llegaron a contabilizar en 1.878, 30 cuevas para guardar vino y 25 tinadas de ganado o albergues por todo el término.

Aunque era y es un pueblo pequeño probablemente sería en 1826 cuando más habitantes llegaría a tener, eran 234 y 52 vecinos. Hubo años en el siglo XIX   que había más hidalgos (que estaban exentos de algunos impuestos) que pecheros (éstos sí tenían obligación de pagar), sostenían a hidalgos y clérigo.

Cumplo con satisfacción el oficio de pregonero en el preludio de las fiestas en honor de San Juan Bautista en esta noche, una de las más mágicas del calendario, cuando el verano, la estación más festiva, inicia su recorrido, anuncio de sol, luminosidad, vacaciones…

Fiestas entrañables, íntimas y amables, de estrecharse el corazón con los demás que sirven también de reencuentro y para avivar los recuerdos e ilusiones y de romper con el quehacer diario.

Fuentesclaras se ofrece en estos días con más intensidad a quienes son de nacimiento, de raíz o sentimiento, vecinos y vecinas y a todos que deseen compartir y disfrutar y por eso estamos en el lugar sin olvidar y agradecer a las personas que hacen posible con su trabajo e ilusión la celebración de las fiestas patronales, haciendo un alto en el recorrido de la vida, en estos días de júbilo, manifestando y expresando alegría, diversión y solidaridad, para hacerlas mejor y más agradables.

He visto el programa de las fiestas facilitado por el alcalde, Marcelino Palacios, mi compañero de profesión, ambos en el Instituto de Educación Secundaría “Pedro Mercedes” de Cuenca y observo un buen comienzo con el aperitivo vecinal y degustación de la auténtica cerveza artesana Dawat, de agradable sabor, gracias a la amabilidad del Grupo Tormo.

Verbenas populares aquí en La Plaza, espacio tranquilo durante el año que estos días se inunda de alegría, donde la música y el baile son los protagonistas de las noches, disfrutando gentes de todas las edades. Algo ha cambiado, a mejor, en relación con aquellos años cuando se bailaba en el Ayuntamiento al ritmo de la música que con su acordeón nos deleitaba, con piezas de larga duración el músico, de un pueblo cercano, conocido con afecto por Cañamón, que cesaba de tocar automáticamente si alguien le ponía una mano encima de su rodilla, algo curioso y singular que nunca llegué a entender.

Junto a la música, la gastronomía es, en parte, protagonista de la fiesta muy presente en el programa con diversas variantes.

Se ha tenido presente a los más jóvenes, con castillos hinchables, yinkana infantil, muy bien por pensar en ellos que son el futuro e igualmente para los menos jóvenes que pueden participar y competir con juegos populares.

Bueno y necesario es recordar que   las fiestas son en honor de San Juan Bautista, de gran antigüedad. Es la fiesta que la Biblia señala el nacimiento del Precursor, Mensajero del Mesías. Un santo cuya festividad se celebra el día de su nacimiento, seis meses antes del nacimiento de Jesús.

Esta fiesta patronal se celebra en muchos otros lugares del mundo. En la provincia de Cuenca también en Villaconejos de Trabaque, Castillo de Garcímuñoz, Colliguilla (pedanía de Cuenca) y quizás en algún pueblo más de nuestra geografía. Son muy conocidas y famosas las celebraciones en el Levante español.  En Europa, América Central y del Sur también    coinciden varios países en esta celebración.

Un ejemplo para ver la importancia de la celebración desde muy antiguo es lo sucedido el año 841 en la batalla de Fontenoy en el centro norte de Francia cuando dos ejércitos enemigos se encontraron ese año el 23 de junio y acordaron aplazar la lucha hasta después de la fiesta de San Juan.

Y ya hablando de batallas, ésta muy distinta, es la que algún año vi aquí en Fuentesclaras de Moros y Cristianos representada por vecinos con papeles protagonistas del general moro y arrogante Fierabrás contra el general cristiano Oliveros.

Un momento de esplendor religioso para los católicos es el día 24 con la misa solemne en honor del patrón San Juan: emoción, sentimiento, nostalgia, recuerdo a los que ya no están. Se hace muy intenso y vibrante después cuando como dicen estos versos:

Ya los cielos resplandecen

Y el sol alumbra de nuevo

Al ver que de la iglesia sale San Juan,

El patrón de nuestro pueblo

Para recorrer las calles

dándonos amor y consuelo.

  Mientras por el recorrido se le pide ayuda para solventar problemas y situaciones adversas, que abra el camino del amor, trabajo, salud..., que reine la paz y armonía

    El anuncio de las fiestas comienza aquí su recorrido por campos, caminos y senderos, alzándose las palabras al cielo de esta noche resplandeciente en el exordio de las fiestas y mis palabras sinceras y veraces se extienden por el término traspasando sus límites, proclamando y haciendo saber que ha llegado el momento de disfrutar un año más estos esperados días con anhelo-

       Pero antes completo con toda mi ilusión la misión encomendada de pregonero y por orden de la autoridad municipal, cumplo su deseo que es el mío:

 --  Que todos los vecinos sientan y participen en las fiestas del patrón San Juan Bautista, disfruten y participen de los actos programados.

 -- También a los que aquí no residen, pero llevan a Fuentesclaras en lo más profundo de sus entrañas y son fieles a las tradiciones heredadas que se deben conservar y transmitir de generación en generación

-- Invitación a los habitantes de Jábaga, Navalón, Sotoca y Villar del Saz de Navalón con quienes está formado el municipio de Fuentenava de Jábaga desde abril de 1972, cuando Fuentesclaras tenía 16 habitantes, según censo.

-- A todos aquellos que quieran compartir un tiempo agradable en este lugar con gente noble y buena.

-- Gracias a todos vosotros por haberme escuchado. Mi agradecimiento al alcalde pedáneo, Marcelino Palacios de quién recibí el ofrecimiento de ser pregonero y al alcalde de Fuentenava de Jábaga, José Luis Chamón que aceptó. A ambos pido que hagan todo lo posible para el mejoramiento y progreso de Fuentesclaras, pueblo necesitado de ello para que pueda llegar el momento de abandonar la España despoblada.

Y a todos, sin excepción, gracias porque he tenido la ocasión y oportunidad de hacer público, una vez más mi afecto y cariño a Fuentesclaras.

 No os digo que me despido porque tengo la sensación que nunca me he ido. Hay varias formas de estar y una de ellas es seguir queriendo aquello que me enseñaron con amor.

                            ¡Viva San Juan!

                            ¡Viva Fuentesclaras!    

                            ¡Felices fiestas!

  Fuentesclaras, 23 de junio del año 2023