EL REY FELIPE V CONCEDE A CUENCA EL TITULO DE FIDELÍSIMA Y MUY NOBLE (1710)

Antonio Rodríguez Saiz - Enero 2017

 

Con motivo del fallecimiento (1-11-1700), sin descendencia del rey Carlos II el Hechizado, último monarca de la Casa de Austria en España, se plantea una gravísimo problema en la Nación – la sucesión al trono – que da origen a la conocida como Guerra de Sucesión.

Aunque en el testamento de Carlos II, escrito un mes antes de su muerte, se declaraba y daba a conocer su expreso deseo de nombrar por heredero a Felipe de Anjou, bisnieto de Felipe IV, no fue óbice ni impedimento para que el archiduque Carlos, hijo del emperador Leopoldo y bisnieto de Felipe II optase a ser Rey de España.

De todos los años que duró la Guerra de Sucesión, fue en 1710 cuando se llevaron a cabo los más decisivos e importantes sucesos de la contienda bélica. Con el repliegue y retirada de las tropas francesas encontraron una gran ocasión las fuerzas austracistas para atacar y conseguir las victorias de Almenara (27-7-1710) con soldados austriacos, británicos y holandeses obligando a Felipe V – que pasaría a la historia con el sobrenombre de el Animoso – a abandonar Cataluña. Al triunfo de Almenara siguió la batalla de Zaragoza o Monte Torrero (20-8-1710) con la huida disfrazado de soldado de Felipe V que salvo la vida milagrosamente. A causa de estas victorias del ejército austracista, se produjo poco después la entrada en Madrid del archiduque ante la indiferencia y frialdad del pueblo madrileño; mientras el rey Felipe V y su corte habían abandonado la capital del Reino (9-9-1710) estableciéndose en Valladolid, aunque por tiempo limitado.

Es por ello el motivo por el cual la concesión a Cuenca del título de FIDELISIMA Y MUY NOBLE está fechado en la capital vallisoletana el 19 de septiembre de 1710 y no en la Villa y Corte.

En la Carta Ejecutoria se refleja, en su principio, la derrota de la batalla de Zaragoza, sin nombrarla (“ Habiendo subsehuidose al contrario suceso de la Vatalla …”), que había tenido lugar un mes antes en la capital de Aragón.

Así mismo, indica que está a la espera de socorros por parte de Luis XIV de Francia (“ que espero del señor rey cristianísimo mi abuelo …”).

Y, en estas circunstancias adversas es cuando el rey Felipe V desea que la ciudad de Cuenca aumente sus blasones añadiendo el título de FIDELISIMA Y MUY NOBLE.

Los sucesos posteriores ocurridos el año de referencia vieron cumplidos los deseos del rey Borbón y al comenzar el último mes de 1710 las tropas del archiduque Carlos sufrieron decisivas derrotas en Brihuega (9-12-1710) y Villaviciosa (10-12-1710) con la presencia del mismo rey Felipe V al frente de las tropas que mandaba Luis José de Borbon, duque de Vendome.

Me permito dejar aquí constancia del título a que se refiere este artículo con la transcripción del texto que el archivero municipal y profesor de instituto, Cándido Pérez Gasión hizo con ocasión de un trabajo premiado en los Juegos Florales de la ciudad de Cuenca, en las fiestas patronales, en honor de San Julián celebradas en el año 1928.

El original se encuentra en el Archivo Municipal de Cuenca, legajo 315, expediente 1ª, 145 volumen.

CARTA EJECUTORIA DEL REY FELIPE V TITULANDO A ESTA CIUDAD DE FIDELISIMA Y MUY NOBLE.

EL REY: Consejo Justicia Rejidores Cavalleros Escuderos Oficiales y ombres buenos de la Nobel Ziudad de Cuenca. Habiendo subsehuidose al contrario subceso de la Vatalla el natural y recelado movimiento queel ejercito de los enemigos como superior viene ejecutando en seguimiento del mio, y siendo preciso hacer ausencia dela Corte con la reina y el Principe en el ínterin que las tropas conque me hallo y los esfuerzos se an de hacer para engrosarlas los próximos socorros que espero del señor rey cristianísimo mi Abuelo y la considerable dibersion que me promete ejecutar por la parte deel Rosellon me restituien a Madrid triunfante delos enemigos (como espero lograr de la debina misericordia). He querido prevenir lo referido a esa fidelísima y Noble Ciudad para que en ocasión de tan grande empeño aumente los blasones adquiridos en todos tiempos acreditando en zelo y fineza nosolo enla infalible constancia de que tan asegurado estoy sino en esforzar y persuadir aquelos vecinos desea Ciudad y todos los pueblos de que es capital sealienten y dispongan asu conservación y defensa pues este medio la justicia y derecho que me hizo llamar y poner en el trono y la firme esperanza de que Dios a de favorecer la razón queme asiste facilitara a mis tropas el triunfo que deseo para que todos mis vasallos consigan la tranquilidad y feliciadades que solicita mi paternal amor si omitir fatiga ni escusar riesgo. De Valladolid a diez y nueve de septiembre de mil setencientos y diez. Yo El Rey – Por mandato del Rey nuestro señor Don Francisco de quincoces.