D. JOSÉ LUIS ÁLVAREZ DE CASTRO Y EL DEBATE EN LAS CORTES

Antonio Rodríguez Saiz

 

Sucede en todos los lugares del mundo y Cuenca no es una excepción. Hay personas que sin haber nacido ni tener antecedentes familiares en una localidad determinada ofrecen, durante su vida o en un momento crucial, un ejemplo de amor a esa tierra demostrando con su dedicación, entrega, obras y honestidad la mejora, (o al menos lo intentan) y bienestar de sus habitantes. Modelos donde deberíamos fijarnos sobre como se debe amar y trabajar en la búsqueda del progreso de un pueblo. Son comportamientos dignos de ser recordados en el presente e incluso por generaciones venideras.

A propósito de ello me viene a la memoria nombres de conquenses (no de nacimiento): D. Julio Larrañaga Mendía (n. Madrid), D. Fernando Zóbel de Ayala y Montojo (n. Manila, Filipinas), D. José Luis Álvarez de Castro (n. Guadalajara) … Sé que junto a estos nombres hay más personajes que merecidamente deben figurar en la memoria colectiva de la provincia, desde Alfonso VIII conquistador de la ciudad que dotó de un importante fuero.

Quería, simplemente dedicar estas breves líneas, es mi propósito, al último de los tres personajes conquenses citados, y no para resaltar su importante biografía que ha sido reiteradamente divulgada con acierto y justicia. Así merece D. José Luis fallecido muy recientemente (26-4-2021); hombre inteligente, de sólida formación, íntegro, honesto, coherente, de profunda fe que nos deja a los 102 años de edad después de una dilatada y limpia trayectoria al servicio de Cuenca.

No serán muchos los conquenses que ignoren el hecho ocurrido en 1971 cuando en su calidad de Procurador en Cortes, representante de la provincia (era presidente de la Diputación) hizo una muy bien documentada y valiente defensa de los intereses de Cuenca, junto con el digno e infrecuente gesto de dimitir de forma irrevocable ante una decisión injusta que nos perjudicaba. Había estado al frente de la Corporación Provincial 2 años y 2 meses (1969 – 1971), reintegrándose inmediatamente a su trabajo profesional mientras continuaba con sus periódicos paseos por las hoces de Júcar y Huécar, otros parajes que tanto le agradaban y su dedicación a su numerosa familia.

Por el contrario, creo estar en lo cierto si pongo de manifiesto que es muy escaso el numero de ciudadanos conquenses que han leído completa la intervención suya en el DEBATE DE LA LEY DE APROVECHAMIENTO CONJUNTO TAJO-SEGURA EN LA COMISION DE LEYES FUNDAMENTALES EN LAS CORTES ESPAÑOLAS (27, 28 Y 29 DE abril de 1971)

Esta creencia es la que me ha movido a sacar la copia del texto de la intervención de D. José Luis Álvarez de Castro que guardaba celosamente en el baúl de los recuerdos conquenses. Texto íntegro según el diario de las sesiones de comisiones números 180, 181 y 182 que incluyo a continuación por considerar que debe ser conocido y divulgado, pese al tiempo transcurrido.

 

Esta fue y ahí queda para el recuerdo la intervención de quien tuvo la dignidad, repito, no frecuente de regresar a Cuenca y presentar su dimisión de forma irrevocable como procurador en Cortes y presidente da la Diputación ante el atropello que se hacía a la provincia que representaba.

Declaraba muchos años después en entrevista a J. Monreal periodista de La Tribuna de Cuenca (17-3-2015) que “el político es una persona que, ante todo, debe tener claro a quién representa y debe estar comprometido con el bien y el interés de la sociedad a la que sirve. Se me habían frustrado los intereses de Cuenca y no estaba dispuesto a firmar ni un papel más que fuera en contra de mis principios y menos de los intereses de Cuenca”.

Descanse en paz D. José Luis Álvarez de Castro y gracias por su ejemplar lección.

 

El ayuntamiento acuerda el 6 de septiembre de 2010 dar el nombre de una calle.

 

 

NOTA.- Cuando me disponía a incluir en mi página cuencaenelrecuerdo.es  estas líneas veo en La Tribuna (29-4-2021) el artículo relacionado con el tema escrito por José Luis Muñoz titulado “Una chapuza política y un discurso memorable” que recomiendo por su interés.